Nuevo número del Boletín Colibrí: Balance y situación de las defensoras de DD.HH. en Colombia 

Desde la Mesa de Apoyo a la defensa de los DD.HH. de las mujeres y la Paz en Colombia damos continuidad a nuestra publicación difusiva, el Boletín Colibrí. La edición anterior estuvo dedicada a la participación de las mujeres en las negociaciones y acuerdos de paz en Colombia y a avanzar algunos apuntes sobre el proceso de formulación participativa del Plan de Acción Nacional de la Resolución 1325 en Colombia.

Este órgano difusivo comprende la actualidad informativa sobre las temáticas más relevantes abordadas por la plataforma, con especial foco en el papel activo de las mujeres dentro de la construcción de Paz y memoria en Colombia, su contribución en el avance de los procesos de justicia transicional, así como en las acciones más centrales que emprenden vinculadas al avance de la Agenda de Mujeres Paz y Seguridad en el país suramericano.

En este sexto número de Colibrí hemos querido colocar el foco sobre la situación de las defensoras de Derechos Humanos en Colombia, las medidas para garantizar su protección que ese están implementando y las resistencias que tejen en algunas de las regiones más castigadas por la creciente violencia como el Magdalena Medio.

Esperamos que, a través de su lectura, en estos momentos de especial necesidad de ampliar referentes y horizontes transformadores, la lucha del movimiento de mujeres y feminista por lograr una paz con justicia social y de género en Colombia sea una inspiración para el movimiento feminista internacional, que tomamos la responsabilidad de poner en valor y difundir, impulsando, a su vez, la solidaridad internacional feminista en apoyo a sus procesos.

Editorial

El actual gobierno de Colombia ha iniciado, en el marco de su apuesta por la Paz Total, siete procesos de paz con los principales grupos armados del país. Al mismo tiempo, los altos índices de violencia se mantienen en el país. A principios de este año 2024, la Defensoría del Pueblo de Colombia resaltó su preocupación por el aumento de la presencia de las estructuras armadas ilegales en todo el país, aportando datos sobre el aumento de diversos grupos en cada vez más municipios. 

Este agravamiento generalizado de la situación de derechos humanos afecta de manera más acentuada a las personas defensoras y lideresas sociales, y de forma diferencial a las mujeres. En este nuevo número del Boletín Colibrí analizamos la situación de las defensoras y lideresas y qué medidas para garantizar su protección se están implementando. Especialmente el Programa Integral de Garantías para Mujeres Lideresas y Defensoras de DD.HH., en cuya creación y seguimiento juega un papel fundamental una de las organizaciones integrantes de la Mesa de Apoyo: SISMA Mujer. 

Esta organización ha impulsado el seguimiento a la ejecución del Programa, junto a diferentes asociaciones de mujeres de todo el país, estableciendo algunas demandas de mejora. Estas propuestas se basan en la necesidad de potenciar la articulación e intercambio constante entre las instituciones públicas responsables de la aplicación del Programa, con organizaciones de mujeres presentes en diferentes territorios del país; así como en la urgencia de acelerar todas las acciones y materializar el enfoque de seguridad humana y feminista y los enfoques de género e interseccional étnico, antirracista, territorial y LBTI.

En el otro bloque de análisis del Boletín nos centramos en la situación de las defensoras de DD.HH. en la región del Magdalena Medio, de la mano de una defensora de DD.HH. -Jackeline Rojas- de la Organización Femenina Popular (OFP) -también integrante de la Mesa de Apoyo-. La OFP es la organización de mujeres con más andadura en la historia contemporánea de Colombia, con 52 años de reivindicaciones por los DD.HH. de la población en general y de las mujeres en particular, frente a los complejos escenarios de despojo y desposesión que se viven en el territorio del Magdalena Medio. 

Esta defensa de los DD.HH. llevó a la OFP a tener una postura humanitaria y de paz firme ante la guerra, incluso durante los años más complicados del conflicto armado, tejiendo una fuerte comunidad de mujeres que hoy en día son un símbolo de resistencia.  En este camino, dinamizaron el Movimiento de Mujeres contra la Guerra y por la Paz, en el que sumaron con otras organizaciones de mujeres a escala nacional. Desde el inicio de las negociaciones de paz entre el Gobierno y las FARC-EP, exigieron la inclusión de la diversidad territorial en las negociaciones y una participación política de las mujeres realmente efectiva.

Jackeline Rojas nos habla sobre los riesgos y complejidades que enfrentan actualmente en su labor de defensa de los DD.HH. en el Magdalena Medio, las crecientes amenazas que sufren por la diversificación y complejización de los actores armados presentes en el territorio. Pero, sobre todo, nos habla sobre la determinación de la Organización a continuar el ejercicio de defensa de la vida, de los derechos de las mujeres y el impulso de alianzas solidarias, de sororidad y de acuerpamiento con otras organizaciones y colectivos sociales

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